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La Barranca

Una Historia Comun 

11.02.2006

12:40 p.m. - Del tequila, el bacanora y el mezcal. O Como Ser Feliz en Tierra de Charros

Porque Guadalajara? Jalisco y en especial Guadalajara representan algo, tienen un significado y una relevancia máxima en lo que hoy soy, mi madre es originaria de Jalisco, específicamente de Tequila, el lazo se había roto hace mas de quince años, la ultima vez que fui tengo memoria que fuimos a la casa de la familia donde mi mama creció, recuerdo que me contó del anima que le pedía levantara una piedra del jardín, incluso recuerdo la lapida enterrada en medio de plantas silvestres en el fondo de la casa. Nunca supe si tal cosa fue producto de una reacción febril aunque mis tíos decían que en esa calle rondaba el espíritu de una mujer y que quizá lo que había en el fondo de aquella casa era dinero. Nunca se supo pues mi madre a los 15 años salió para irse a vivir a Guadalajara. Regresando ya siendo una mujer casada. El recuerdo que tenia del pueblo no era lo que vi ahora, mi cabeza asociaba lluvia con truenos y mi hermano y yo corriendo por un prado verde. Yo usaba por ese tiempo unos converse de botita. Ahora tengo casi 30 años y regrese con la seguridad de una vida independiente y con amigos que quiero mucho, buscando un poco no se, un poco de diversión y aire libre, un recuerdo nuevo que se junta en los muchos que tengo. La inquietud de ver a La Barranca en Guadalajara es por meritita curiosidad, siempre han dicho que esta ciudad tiene los fans mas entregados y sus favoritos. Entonces algo bueno debe haber en hundirse en la barranca en Jalisco. La oportunidad llega sin pensarlo tanto, pedí permiso en el trabajo, compre boletos, descalabrando un poco el presupuesto para mi carro, pero que importa, había muchas razones para irme en este momento, principalmente descansar del estrés en que estoy metida en este momento, circunstancias necesarias en la vida laboral, estoy creciendo y agarrando responsabilidades, las cuales son placenteras ya que además ayudan a fugas como este viajecito enloquecido de tres días por la Perla tapatía. Llegamos a Guadalajara el viernes a la 1 de la tarde, después de un fallido intento por arribar a la ciudad de los charros a las 6 o 7 de la mañana, el plan original era desayunar con la hermana de Claudia para hacer tiempo en agarrar el cuarto de hotel y organizarnos para hacer un tour en corto, nada, después de un aterrador despegue en Tijuana, quiero imaginar que por los vientos de santa ana, y un aterrizaje imposible en Guadalajara a las 6 y media, por neblina, fuimos a dar a un aeropuerto mas chiquito que el de Mazatlan, el cual se nos informo era el aeropuerto de León, la certeza aun no la tengo, además porque en ninguna parte del tal aeropuerto había señalamientos que lo indicara, así que lo mas probable es que la aeronáutica nacional nos haya raptado por tres horas en un aeropuerto ranchero donde ni siquiera había cajeta en las tienditas esas que te venden en 40 pesos un café, dato curioso el Don Julio estaba bien barato.

Llegando a Guadalajara la primer sorpresa, un aeropuerto atascado de gente, de doñas arriando chamacos y de un puño de rockstars atascados buscando maletas, no hablo de nosotras, en realidad había un grupo ahí con instrumentos y grupis, por mas que intentamos identificarlos, creo estaban muy mocosos pa nuestros gustos. En la interminable fila de personas en la espera de un taxi estaba Mauricio Herrera un cómico mexicano con una risita sospechosa en medio de tres toneladas de maletas. Nosotras abordamos un taxi rumbo al centro de Guadalajara por la muy razonable suma de 180 pesos. Después de casi media hora y no se cuantas vueltas, las cuales se hubieran evitado por la necedad del taxista a preguntar por el nombre de la calle, llegamos a la casa indicada. Una casa que reconoció Claudia porque ya la conocía en foto, una casa preciosa llena de orquídeas floreando y unos grabados hermosos en las paredes, donde se nos ofreció un desayuno-comida ligero y un expresso buenísimo, un café americano y esas galletitas que me quería robar. Creo que Claudia jamás entendió este punto porque no pudo tomar ni café ni comer esas galletitas.
Despues de la platica familiar entre las hermanas Ramírez, en la que meticheaba de vez en cuando, a media tarde fuimos a instalarnos a un hotel en la Avenida Vallarta, casi atrás de esa hermosa iglesia El expiatorio, el hotel es un edificio viejo, que intuimos en los 60’s fue de cierta importancia, con un tardío estilo art deco . Y unas escaleras preciosas, que sin duda con una buena restauración quedaría de al menos unas 4 estrellas y muy nice, onda retro. Supongo que le llegara su hora en algún momento, entrando al hotel vimos un poster del concierto, una cierta alegría nos rondaba y nos daba la seguridad de ya estar en tierra firme, fuimos a dar un rondín al centro Magno una plaza de tres niveles donde esta el hard rock, el típico mall con tienditas gringas. Es mas es igualito a uno que esta en Los Ángeles. No se en que diantres estábamos pensando que regresamos a pie al hotel, por mis cálculos del domingo creo que fueron como kilómetro y medio lo que caminamos. Aunque la caminata fue bastante agradable, ya entrada la noche, después de un te y una indio y checar via messenger a mi jefa sobre pendientes laborales. Regresamos en calidad de muertas vivientes al hotel. En el cual para nuestra desgracia había música en vivo en el baresito del lobby. Recuerdo que estaba profundamente preocupada por el Diablo y sobre a que hora llegarían el y su novia a Guadalajara.
Un mensaje a las 6 de la mañana me despertó, preguntando el norte del hotel y sobre si nos íbamos o no en el tren a tequila. El sábado había empezado. En punto de las 6 de la madrugada le marque al wey de la recepción para que nos apuntara en el camioncito a Tequila. El botones del hotel en la mañana que lo vimos resulta que era igualito al Chompiras, sin pensarlo estábamos en el hotel de don lucho. A las 8 y media calculo ya estábamos en el hotel yo con la expectativa de por fin abrazar al Diablo y conocer a su noviecita, esa que dice Claudia que casi no habla pero que le cae muy bien a todo mundo. Estábamos Claudia y yo sentaditas en la terracita del hotel, cavilando sobre la posibilidad de que Los barrancos ya estuvieran en Guadalajara. Un golpe seco en el estomago. Tomando café pensando si desayunábamos o no, porque la comida se anunciaba hasta la pinche tarde, yo miando y miando, porque cuando estoy nerviosa me da por hacer pipi cada tres minutos. En un descuido Claudia se levanta al baño y aparece Jeaninne pequeñita y me da un gran abrazo. Mucho gusto, si un gustazo. Se sienta y a los tres o cuatro minutos aparece el diablo, no puedo evitar sonreír y me levanto para abrazarlo mientras el hace una mueca dispara una pistola imaginaria, el gusto de verlo en su chilanguez plena y explicarle sin explicarle que todo el pedo de la mañana era solo un juego. En un dos por tres nos levantamos y lo dejamos ahí para ir por algo de comer, mientras el se desayuna un sándwich y hace una encuesta a los que pasan sobre sus preferencias sexuales.Digo yo, no hay de otra, charros o jotos.
En punto de las 10 abordamos a un camión, con una diversidad nativa extensa, alemanes, franceses y hartos mexicanos, después de una clase de follow me fallida todos votamos porque el guía hable en español, error fatal, hubiéremos votado porque se callara para siempre. Un señor nefasto y aburrido con menos gracia que un pedazo de carbón. El Tio Polo agh, y el Diablo que se empeñaba en hacerse el amable con el. El transcurso del viaje estuvo lleno de paisajes de esos que rememoran la infancia, con magueyes en cada prado, se nos llevo a una demostración de jima de maguey y después visitamos una fabrica, la de José Cuervo, que para mi gusto es el mejor tequila. Si, claro después del Don July. La caminata del camión hacia la fabrica me hizo recordar ese ambiente a llovido del pueblo, a pensar que mi madre fue bautizada ahí en esa vieja iglesia, no tengo ganas de estar triste pensé, es día de celebrar, celebrar la felicidad de estar viva, rodeada de gente buscando lo mismo que yo. La comida no fue lo que hubiéramos querido supongo, pero el lugar tenia una vista muy chida de una barranca, cosa que nadie había notado hasta que el Diablo lo menciono en el backstage. Algo de carne, un par de cervezas y un cigarro, ah pinche tos por eso no se me quita. De retache en la civilización. Nos dejaron en el centro, fuimos a dar un rondín por catedral, buscando el hospicio Cabañas que Jeaninne quería ver. Yo terca que queria un globo y nadie me pelo, el Diablo terco que quería un gorro y media hora se tardo buscándolo, una banda municipal, una señora cantando con voz eternamente triste, una fuente totalmente seca en remodelación, otra fuente que parece una llama. En medio de la caminata el cielo dividido, la noche y el día en un solo tramo.
Nerviosismo, no recuerdo mucho mas de este momento, yo pensaba que ya se nos estaba haciendo tarde para regresar al hotel y darnos un regaderazo e irnos al concierto, la tensión previa se hacia presente, regularmente cuando estoy tensa no soy sutil, me pongo enfadosa y latosa. Caminamos hasta las 7 supongo, tomándonos fotos en las esculturas orejonas y patonas frente al hospicio, comiendo algodón de azucar, tratando de ser libres en la medida posible. Lo que mas recuerdo de ese momento era la sensación de libertad de comodidad conmigo que muy pocas veces tengo. No quería estar en ningún otro lugar del mundo, acaso me faltaba una persona. Pero el sabe que lo lleve conmigo. En punto de las 9 en el lobby esperando a los tremendamente impuntuales de Jeaninne y el Diablo. Claudia y yo creo que a punto de enloquecer, empezaba en realidad la tensión de lo insospechado, estamos en otra ciudad que no es Tijuana, yo pensaba, no yo no pensaba nada, solo quería que llegara el momento de poder abrazar a José Manuel y decirle que me daba mucho estar ahí, no esperaba nada mas. Solo que la impaciencia me estaba asesinando. Minutos después y abordando un taxista que sepa la madre dios de donde era porque le iba al America en un territorio puramente Chiva, que además chingado no sabia llegar a Zapopan. Zapopan el lugar tenebroso del que nos hablo la hermana de Claudia, algo asi como el florido supuse yo el domingo. Zapopan: No tengo un recuerdo especifico del camino, creo que iba pensando en todo lo que me ha pasado, en los riesgos que ha significado amar esta música y en lo poco arriesgada que a veces soy en mi vida, un estadio en construcción.
Una vida extraña la mía, la nuestra. La Barranca se aproxima, José Manuel es el único que sabe que estamos aquí, Alonso quizá, José Manuel sabe o intuye lo importante que es para nosotros, lo relevante que ha sido su música en muchas de estas vidas que hoy nos asomamos por medio de un post o de un saludo en un guesbook, la multitud de amor que puede generar la unión de varios de nosotros, un amor en el mas puro sentido de la palabra. Un amor sin nada a cambio, un poco de placer, un poco de autocompasión por estas almas que tenemos cargando. En algún lado leí que la única conexión que tenemos entre nosotros los humanos y lo que nos hace ser humanos es el alma, el punto divino que dejo Dios para que nos encontremos unos a otros. No se si la reencarnación en grupo exista, creo que somos lo mas parecido a eso, a la cadena karima que decía Daniel Jiménez Cacho. A la posibilidad de entendernos solo por un gesto y un gusto común, no cualquier gusto, de perdernos en La Barranca, recordé en ese momento la primera vez que escuche el Fuego de la Noche, lo que hice para conseguir el Tempestad, lo pacheco que me pareció el Rueda, la chinga que dimos en sanborns para el Denzura y la primera vez que oi el Fluir en mi oficina, la primera como pocas. Cuando conocí a Daniel a Martha y por su puesto a Claudia, personas que ahora son una parte muy importante en mi vida, a las cuales siempre tengo en mi corazón. Me acuerdo que tenia esa asquerosa tensión en el estomago, la sensación que siempre tengo cuando llego al auditorio, el vació, nauseas, nada se calma, si no es con tu mirada. Un sonido de tambores brasileños, el Diablo y Jeaninne desaparecieron y Claudia pregunto por nuestros boletos, lo que siguió fue muy rápido, de pronto íbamos rumbo al camerino, Claudia saludo a Francisco, me lo presento y subimos unas escaleras, un guardia dijo las señoritas vienen a entregarle algo a José Manuel, el hombre radiante al vernos. Pregunta si nos vamos a quedar y el contesta que si, las damas son parte de La Barranca, con esto me vasta para regresar a Tijuana contenta y feliz, con ese abrazo que teníamos acordado por una botella de bacanora.
Y en un abrazo acaricie todas las horas de tu vida.
Un dialogo intimo y apresurado, no puedo evitar tocarlo porque hace mucho no lo veo, porque tengo la necesidad de sentirlo para seguir, porque esta radiante y necesito un poco de eso en mi. Le digo que si quiere guarde la botella y se la lleve a su casa, la agarra y la guarda con sus cosas. Nos despedimos porque necesitan sus intimidad para abrazarse, recuerdo alguna vez en Mexicali haber visto como se abrazaban antes de un concierto, fue algo bien fuerte y es como precensiar algo muy privado, entendemos y después de abrazar a Chema, Alonso y Alejandro, nos vamos hacia la muchedumbre a disfrutarlos, a gozar este rato de intimidad masiva. El asunto del bacanora no se ni como resulto, creo que en realidad quería que alguna vez me dijera mi amor, pero ya me dijo, no fue eso, una vez ya le dije, no es eso. Me gusta mucho lo que dice esa canción, Hendrix, la fuerza con que lo dice, asocio entonces el bacanora con algo fuerte, con algo que raspa y quema pero no se olvida, así es la barranca no? Así es el amor? Teniendo amor y música el mundo puede explotar. Tengo Bacanora Mi amor. Salimos contentas yo necesitando algo de alcohol, Claudia buscando a su amigo de Nayarit, yo pensando en lo sola que me parecía estar en ese momento, la única persona con que me hubiera gustado abrazarme en ese justo momento no estaba. Me tomo una cerveza de un chingazo y llego a ubicarme junto al escenario. Justo abajito de Alejandro. A los tres o cuatro minutos aparecen el Diablo y Jeaninne. Borracha me grita cuando intenta decir salud conmigo que he absorbido cual esponja el licor. Los barrancos en realidad tocando como nunca, contentos, embrujados, deliciosos, plenos, henchidos de un amor que se podia respirar en el ambiente, Intensos como pocas veces los he visto.
La gente en realidad los ama en Guadalajara, me veo reflejada en un muchacho que esta atrás de mi viéndome fijamente cantar, el esta cantando pero tiene esa sensación de estarse viendo en mi, lo puedo sentir. Me dieron ganas de abrazarlo, me dieron ganas de abrazar el mundo, con estallido interno llego mi oportunidad de un abrazo. No quería estar en ningún momento, estar ahí para siempre, el delirio freudiano de la etapa anal, que va, contener para siempre la sensación. No me acuerdo bien de todo el set, recuerdo que canto Hendrix y mando saludos a la gente que vino de Tijuana y le trajo una botella de Bacanora que se tomaría toda la noche, recuerdo dijo que el Alacrán iba también para las de Tijuana, El alacrán solo es para una y no es para mi, agarro mi Hendrix quédate con tu Alacrán. El Diablo eufórico, yo pasmada y agarrando aire por la sarta de cosas que le estuve gritando, fue un shhh mi cabeza gritaba estas aqui..
Al ratito llego Claudia y le contamos de la canción, que ganas de matarla, no escucho. Y ella tan mariquita que ni siquiera quería oír su rola, ande Jota remate en un mensaje a su celular, son diversiones muy enfermas quizá. Son diversiones y pasiones muy nuestras. Que a lo mejor todos las tienen, pero estas son de nosotros. Llega Claudia y en algun momento me dice, La Barranca es algo muy personal, parafraseando a un neo fan y estallamos en risa, es cierto, La barranca tiene un significado muy personal para cada quien, algunos hemos madurado nuestros amores hacia ellos, logrando rescatar y verlos un poco mas haya, hemos crecido y sabemos apreciarlos mas que antes, porque son parte de nuestro corazón. Una canción nueva, Las alas me gusta llamarla no se como se llamara oficialmente, esperamos que se vuelva un ep en lo que les dan ganas de nuevo de tocar juntos. Karma Police y el alcohol ya rondaba mucho por ahí, la borrachera mental que traemos algunos se escandaliza por una llamada a Daniel. Ese Daniel que tanto quiero y que no pudo estar ahí. Ese Daniel que se hizo fan de radiohead casi a la par de la barranca, el que al igual que yo, su disco favorito de radiohead es el ok computer. No se si no reconocía la canción porque Claudia cantaba como una loca, bueno el diablo y yo también, al fin la reconoció me lo confeso al siguiente día. Dos sesiones acústicas y dos sesiones eléctricas.
Nos dejaron exhaustos a todos. Entregaron todo lo que había que dejar y nosotros también, estamos a mano. En verdad hubo momentos de locura extrema, como cuando nos pusimos a cantar las persianas en las patas de Alejandro Otaola que se preparaba para tocar el Faro con ese aparatito que no se como se llama. Momentos delirantes como su servilleta gritando, Ese de Rojo, Papasito y demás pendejadas que espero José Manuel no haya escuchado. Bueno en realidad no importa. O Claudia evitando que la abrazara y gritando Elsa los Ama!! La mano de Alonso en mi cabeza sudada y el concierto dio fin, fin. Solo queda aferrarnos. Esperamos unos minutos para ir a verlos, mientras se secan o se abastecen de alcohol. Yo como soy una alcoholica en potencia voy por una cerveza a la barra. Quiero ir al baño pero que hueva hay una cola infernal.
Regreso y esta Claudia con Javier el que se presenta y su amigo Memo. Entramos repartiendo felicitaciones y recibiendo abrazos, en el camerino esta Francisco y un Sr al que José Manuel me presenta y sospecho le ha contado nuestro secreto del Bacanora. Entro como alma que lleva al diablo a hacer pipi al wc del camerino asustada de que me vayan abrir la puerta, ahí hay mucha gente que no conozco, Martia Gomez a la cual confundo con la sobrina de Thelma, Alonso nos cuenta la terrible desgracia por la que debe estar pasando ese hombre para el que su mujer parecía ser lo principal de este mundo. Al momento de regresar y sentarme veo que llegan Jeannine y el Diablo al camerino con cara de tensión. José Manuel intrigado todo el tiempo de cómo es que hemos decidido ir a Guadalajara. Platicas con todo mundo, abrazos, risas, Alonso sin zapatos, cansado supongo, es momento de hacer los honores a la botellita y me son cedidos por el Sr ante el asombro del que resulto ser Gerardo Enciso, totalmente intrigado sobre el origen del bacanora, de donde lo sacaste muchacha? Ah lo que hace uno por estos hombres contesto yo, pero vale la pena, y si vale la pena la cara de ardor que ponen todos al darle el trago de bacanora, el cual gracias al cielo no me supo tan malo como sospechaba, Alonso entre divertido y nostálgico me cuenta que en Monterrey casi es asesinado por otra botella de bacanora, esa también se las lleve yo le cuento divertida. Un reclamo y una risa. Todos llegaban conmigo como si tuviera agua bendita, me fue encomendado el cuidado del futuro cadáver exquisito, el personaje mas popular de la noche diría el Diablo, una comunión extrana, una razon hermosa para estar compartiendo en el camerino, en la casa de Chacha, músico de Jose Fors, y luego nos enteraríamos músico del grupo abridor al cual por desgracia no alcanzamos a ver. La cabeza de la muñeca de la portada de Fors, no hace sospechar quien es el Chacha. Pobre hombre no se que tanto se divertiría tratando de cuidar a una runfla de locos contentísimos y evtar que su casa se volviera un lugar en ruinas. Un excelente anfitrión. En el transcurso de la noche y tras un ataque de hambre raptamos a Mr. aguilera para comer unas hamburguesas que parecían un taco gobernador en pan de hamburguesas, buenísimas. Platicamos un rato, Claudia aguanto carrilla sobre ser una manager chingativa y platicamos sobre el cielo dividido, recuerdo con terror ver al Diablo y a José Manuel comer pastel de tres leches, algo imposible después de tanto alcohol. También recuerdo que alguien tomo de mi soda :/ y un par de albures muy nacos, pero como soy una dama no entendí.
Como a las 4 o 5 nos retiramos al hotel porque todavía nos quedaba un dia para ir a dar la vuelta, caimos inconscientes como todas las veces que tocamos la cama. Nos levantamos a desayunar y me ataranto una torta ahogada, que chinga. Regresamos para despedirnos del Diablo, con un nudito en la garganta haciendo planes de donde será la próxima. Nunca le dije que me dio un gusto encabronado verlo, se lo dije días después en un mail, no soy buena con las cosas emotivas si no estoy peda o triste. Solo nos abrazamos fuerte, una foto y la proposición de una próxima vez, a huevo!. Comimos en un lugar bien chido con la sister de Claudia, un vinito, un cafecito y una pasta que me hizo que me embarrara hasta el pelo. El dia empezaba a acabarse y quedaba poco tiempo, queríamos tomar el bus ese sin chofer arriba pero Claudia se resistía, el cambio de horario nos dio un par de horas extras y decidimos tomarlo. Mas mensajes con el diablo en una despedida que no queríamos que fuera, la tierra se ponía de por medio de nuevo, ellos rumbo a México, y nosotras con un pie casi en el avión, después de otra vuelta en el centro, un par de camisetas, una taza, un pan de muerto para mi papá. El viaje al aeropuerto reflexivo sobre amistades que se van y ya no están, sobre la realidad de una relación amistosa. Sobre los que se dicen amigos y no están. Ni estarán. El vuelo de regreso creo que me dormí casi todo, recuerdo muy poco la luna sobre la ventana y Claudia todo el tiempo despierta por el susto. Me comi una granola y un jugo de manzana, no pensé en nada. No tenia ganas de hacer recuento de nada, apenas lo voy haciendo y creo que no nos falto nada, solo bañarme en la Minerva...Yo iba por algo y regrese con mas, con mucho mas, con cosas que nadie mas tiene, con sentimientos y reacciones que solo son importantes para mi, acaso para Claudia y el Diablo, no por nada Dios nos puso en ciudades diferentes lo pienso. Regrese mas grande, con mas recuerdos y muy contenta de estar en la barranca desde 1995.


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